En un mundo en el que el comercio y la política influyen directamente el camino de las artes, el artista que no beneficia ni del comercio ni de la política encuentra grandes dificultades para difundir su obra.
 

• Los grandes productores presionan, condicionan, convierten al artista en un producto más de venta, exigiéndole resultados de cantidad y no de calidad.
   

• La "Difusión de la Cultura"(en los pocos países donde eso existe) esta manejada por políticos, y el artista que obtiene ayuda de estos organismos oficiales es aquel que mejor aprendió a moverse dentro de los protocolos.
   

•  Internet es un medio que ignora bastante a todo esto. En él también entran la política y el comercio, pero sin gobernar. La filosofía de base de Internet es el compartir e intercambiar, difundir libremente ideas, datos, pensamientos, obras... con la voluntad de hacer beneficiar a otros y a si mismo. Es un patrimonio de la humanidad que me hace imaginar un gran cerebro para el planeta, cuyas neuronas son los cerebros de cada persona que esta conectada con él.
   

•  Yo quiero integrar mi música (lo que yo soy) a este cerebro, simplemente y con la única pretensión de que en alguna forma contribuya.
   

•  Hoy el hombre dispone de un nuevo medio de comunicación, completo, accesible, instantáneo y sin fronteras. Mi fuerte deseo es que Internet permita cambiar poco a poco los conceptos, que el arte dependa cada vez menos de una gran estructura para la difusión y, por consiguiente, gane en libertad.
  
  Un poco de Imaginación:
   

•  Una grabación es como una fotografía, reproduce un momento pero nunca lo restaura en su totalidad.
   

•  La música es un arte efímero. En el momento de la ejecución de una pieza musical el compositor, el interprete y el auditor forman un "triángulo mágico" que muere cuando termina de nacer. Un instante que nunca más se reproducirá de la misma manera; siempre habrá una variante que hará que no sea igual.
   

•  ¿Entonces, por qué intentar congelarlo siendo que esa reproducción siempre será falsa? Empezando por el auditor, cuyo animo, sentimiento y entorno nunca serán los mismos.
   

•  Durante siglos la música funcionó en esa forma de "triángulo mágico", hasta la aparición de la grabación. La grabación cambió la forma de abordar este arte y fue la responsable de la gran difusión masiva de la música; permitió el desarrollo de géneros como el Jazz, dejando archivadas esas composiciones espontaneas que los grandes genios de la improvisación ejecutaron una única vez.
   

•  Pero también la grabación banalizó la música, la llevo a cualquier lado y en cualquier circunstancia, convirtiéndola demasiadas veces en un simple mueble decorativo.
   

•  Gracias a la grabación mucha gente descubrió cosas buenas y debido a la grabación mucha gente se contaminó con cosas malas.
   

•  Vayamos al extremo: imaginemos que la música grabada no paga derechos y que todo el planeta tiene acceso a ella en forma libre y gratuita. Podríamos imaginar entonces, que dejaría de interesar a los grandes productores y que los valores cambiarían rotundamente :
   

•  Los valores del difusor, porque la parte comercial no existirían más. 
   

•  Los valores del auditor, porque posiblemente el difusor sin presiones comerciales haría una labor más artística.
   

•  Tal vez el auditor, al no tener esa contaminación comercial constante, podría comenzar a apreciar más verdadera y libremente los placeres del arte musical y sentiría cada vez mas la necesidad de formar parte de ese "triángulo mágico"...
  
  Algunas conclusiones:
   

•  No sé hasta que punto Internet pueda estar controlado o manejado, solo sé que hoy presenta un grave problema a las multinacionales de la producción discográfica y me alegra mucho que sea así.
   

•  Lo que yo deseo es que la música grabada no pague derechos, que la gente aprenda a apreciar la diferencia entre el "Live" y lo "envasado", para que frecuente de más en más ese contacto directo con el artista. Que gracias a todo esto las enormes diferencias financieras entre los "fabricados del momento" y los "verdaderos de siempre" se noten menos.

 

Gerardo Di Giusto,  21 marzo 2000